Por:Juan Diego Santacoloma

 En esa búsqueda de lo mas parecido a un paraíso tropical para el descanso, QueLlevar.Travel conoció Isla Múcura y allí pasó un par de días en el Hotel Punta Faro.

Era cerca del medio día cuando llegamos a Isla Múcura, en medio de colores que vibraban a pleno sol. La ruta de acceso al muelle del hotel Punta Faro, proporcionaba la mejor primera impresión del lugar; el agua turquesa, la arena blanca, los techos de palma que sobresalen entre la vegetación, conforman una postal para disfrutar en vivo. (ver video)

 

  Isla Múcura hace parte del archipiélago de San Bernardo, y se puede llegar desde Cartagena de Indias (tiempo de viaje 1h45m) o desde Tolú (tiempo de viaje 1h).

Al desembarcar, me dió la bienvenida la refrescante sombra de una ceiba y una rica agua de coco. Una mirada general al hotel me reveló una estructura de madera sólida y amplios espacios, que me ubicaron más en una casa de descanso. Incluso la sencillez acojedora de las habitaciones guarda la escencia de esa finca familiar que fue transformada en hotel. (ver video)

 

Después del check in y cuando ya había  bajado un poco el sol, decidí salir junto a un grupo de personas y un guía del hotel, a hacer una caminata y conocer un poco más de la Isla. Durante el recorrido que se hace a través del manglar, y a ratos bordeando la costa, tuve la oportunidad de gozarme el paisaje de aguas cristalinas, de arbustos y palmeras inclinados hacia el mar.

 En una de las paradas que hicimos, en un sector de lugareños, conocí a John Jairo, un "pelao" de muy buena onda quien recitaba sin dudar las recetas de cuanto cóctel existe. Quise probar una de sus preparaciones pero luego lo dudé, y finalmente desistí de hacerlo, aunque hoy mientras escribo pienso que debí haber tomado al menos uno. (ver video)

En fin, esa tarde ya de regreso en el hotel, recostado en la playa viendo el cielo de un naranja intenso, disfruté de un mojito; 1y1/2 Oz de ron blanco, hielo, 1 cucharada de azúcar, medio limón, dos ramas de hierbabuena o menta y unas goticas de angostura. No me crean un conocedor, a diferencia del muchacho de la Isla yo busqué la receta en Google.

La mañana siguiente, al despertar comprobé que no era un sueño, que el paraíso no había desaparecido y que aun tenía un día mas para disfrutarlo, el plan, salir a caretear, pues por su naturaleza coralina y sus aguas cálidas y cristalinas, el archipiélago de San Bernardo es ideal para practicar buceo libre o con equipo.

Fueron dos días en los que la pase muy bien, y lo mejor es la sensación de haber estado en el lugar indicado, en Punta Faro; un destino súper recomendado sobre todo por la belleza de su entorno natural, en especial para quienes disfrutan de actividades subacuáticas.  ¡Además cuenta con su propio centro de buceo!.

 


 

 

 

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